lunes, 16 de mayo de 2016

Mitología Clasica

Cuando hacemos referencia a <<lo clásico>>, nos remontamos a las características filosóficas, artísticas, científicas, religiosas y políticas de la antigüedad de Grecia y de Roma que influyeron el en modo occidental de representar el mundo.


Nuestro conocimiento sobre los dioses griegos proviene de su mitología, es decir, del conjunto de mitos o relatos sagrados sobre el origen del mundo, las divinidades y los héroes. Los griegos creían en muchos dioses eran politeístas. Sus divinidades eran seres inmortales, sobrenaturales con poderes especiales. Vivían en su mayoría en la punta del monte Olimpo, bajo el dominio de Zeus, a quien los griegos consideraban padre de los dioses y de los hombres.



lunes, 9 de mayo de 2016

Juttiñamüi modela el universo

Aquí viene el mito acerca de la aparición de los hombres sobre la Tierra, de cómo se formó la nación de los witotos.
 Antes no había más que tinieblas. Una vez Juttíñamüi, padre creador, dominador del universo, conversó a solas con su espíritu acerca de cómo formar el mundo. Después de reflexionar mucho, se decidió por hacer primero la superficie, luego los árboles y, finalmente, los animales.
Cuando hizo los animales, los examinó cuidadosamente y, como no quedó contento, resolvió modificarlos para que se quedaran de acuerdo, a su deseo. Se dedicó, pues, a componerlos y cuando terminó la modificación, cuya naturaleza era buena, decidió:
 —Voy a hacer a Jitoma, pues no veo bien lo que he hecho.
 Y el Sol apareció iluminando al mundo. Pero como Juttíñamüi no había modificado a todos, los animales, entonces muchos quedaron con plumas, o colas, como los lagartos.
Cuando Jitoma alumbró al mundo, dividió a los seres en dos clases: hombres y animales.
Quedaron, pues, los animales en un lado y en el otro los primeros seres humanos creados, cuyos nombres fueron Yinaka Puinaño, la primera madre, y Yinaka Koinuya Puinoima, el primer padre.
 Ellos, los primeros padres, vivieron mucho y tuvieron numerosos hijos. Los cuatro más notables, de las raíces del género humano, fueron: Monaya Nuroma, Monaya Jurama, Jajtoma Kojotta y Yinaka Dórak.
Cuando los primeros padres envejecieron y sus cuerpos los dejaron, sus espíritus quedaron flotando en el universo. Entonces las cuatro raíces, los jefes, reunieron a sus demás hermanos y dijeron:
 — ¡Vamos a buscar los rincones del mundo! —dicho lo cual, cada uno fue con un grupo en las cuatro direcciones.
Llegados hasta los extremos del mundo, se establecieron. Comenzaron a multiplicarse y su número aumentó en gran manera.

Pero Juttíñamüi pensó: «No tienen nombre; se fueron sin nombre». Y arrancando del dedo grande de su pie un pelito, lo arrojó al mundo. El pelito cayó sobre una laguna; y he aquí que, cuando tocó el agua, se convirtió en boa.